viernes, 17 de junio de 2016

""UNA GUERRILLERA EXCEPCIONAL. LA PASTORA". Laura Gómez



Ángela Gimeno Latorre.
Nació el 6 de diciembre de 1945.
Cuevas de Cañart (Teruel).


No sabía mucho sobre todo lo que estaba ocurriendo en esa época, me guiaba gracias a los rumores y los pequeños fragmentos de conversaciones sueltas que podía escuchar de la gente del pueblo… Era todo lo que estaba al alcance de una niña de 6 años.

Por aquel entonces, no teníamos mucho dinero. Mi padre tenía un huerto en el que trabajaba muy duro para poder alimentarnos y unos cuantos animales que también nos podían ayudar, la ropa la solía recibir de una tía mía que vivía en la ciudad y podía permitírselo. Yo dormía en una cama de paja, si se podía llamar cama… Recuerdo perfectamente las oscuras noches en las que de vez en cuando se escuchaba un ligero ruido debajo de mí, y al momento yo podía suponer que algún insecto rondaba por allí. Pero eso no me asustaba, ya que había peores cosas de las que preocuparse.

Por las mañanas tuve la suerte de poder ir a la escuela, aunque no duró mucho tiempo ya que debía ir a ayudar a mi padre en el campo. Todas las tardes llevaba la misma rutina de trabajo y siempre comía unas pocas aceitunas cuando llegaba la hora.
Tengo en la memoria una de estas tardes en especial. Me encontraba saliendo de casa con las aceitunas de todos los días en la mano para subir al huerto con mi padre, cuando bajaba por la calle el vecino de enfrente. Mi padre y él se saludaron cordialmente y el añadió: “¡Con La Pastora me acabo de cruzar!, bajaba yo de mi huerto y ella cogía el camino hacia el monte.”
La Pastora era una famosa guerrillera maqui que en esa época se encontraba por los alrededores del pueblo. En esos años, yo no podía saber mucho de ella a causa de mi corta edad, pero ahora sé que se mantenía escondida en las cuevas que había por la zona y vivía allí con el resto de los maquis.

Los maquis eran guerrilleros antifranquistas que estaban muy perseguidos. Las cárceles estaban llenas de ellos y debían mantenerse escondidos para no ser capturados, además, sé que La Pastora nació en la provincia de Teruel, pero muchos de ellos procedían de lugares más alejados de España.

Además de nuestro huerto, junto a él mi padre poseía una masada, que es como una casa muy vieja situada en el monte en la que se podían guardar herramientas y comida. Algunas tardes también me quedaba allí ordenando o simplemente mirando al paisaje.
Una de estas tardes, estaba sentada en el portal de la masada recogiendo todas las almendras que habíamos conseguido en cestas. Habrían pasado unos diez minutos cuando de repente, me pareció ver sombras en el horizonte, ladeando las montañas. Me encontraba asombrada en mi propio pensamiento, pero a la vez aterrada. No sabía cómo reaccionar, ¡eran los maquis que se estaban acercando ferozmente hacia el pueblo!  Mi padre no se inmutaba, seguía con su trabajo. Yo seguí mirando y mirando y al rato me di cuenta de que no iban a gran velocidad, parecía que se habían parado, y al pasar más tiempo de di cuenta de que sólo era una gran arboleda al pie de las montañas.
El miedo a lo desconocido me hacían ver cosas que no estaban ocurriendo.
Los maquis no tenían malas intenciones, no pretendían hacer daño a nadie aunque a mí me diera esa impresión. Simplemente querían esconderse para no ser capturados y conseguir sobrevivir.


Muchas veces pensé que los maquis y La Pastora eran una simple leyenda ya que apenas se dejaban ver y cuando alguien les veía, intentaba esquivarlos por miedo.
Lo que me hizo creer que íi que eran reales y que se encontraban en Cuevas de Cañart, fueron las pruebas y el rastro que dejaban cada noche, debían actuar por las noches y ser muy sigilosos además de mantenerse alejados del cuartel de la Guardia Civil. Muchos de ellos poseían familiares en el pueblo a los que bajaban a visitar durante las noches para reponer fuerzas, pero cuando estos familiares no podían satisfacer las necesidades alimentarias de todos ellos, debían robar al resto. Normalmente, robaban a las familias conocidas más adineradas e incluso un día robaron en el cuartel, quién sabe si quizás fue una pequeña venganza o simplemente no les quedaba otra.

En la casa que se encontraba al lado de la masada de mi padre también robaron un día. Lo sé porque al ir a trabajar al campo encontramos el huerto de al lado destrozado y sin ningún alimento, y al hablar mi padre con el pobre hombre, éste le contó lo ocurrido.
Aunque todos supieran lo que ocurría, nadie les podía decir nada principalmente porque no se dejaban ver.

Respecto a La Pastora, si hay que hablar de alguna guerrillera maqui con gran misterio es de ella. Para empezar, en la época en la que yo era joven, no se sabía siquiera si era hombre o mujer debido a las pocas veces que se había visto y a la gran cantidad de rumores que había sobre ella. Años más tarde me informé y supe que nació hombre pero que sufría una malformación física, por lo que su padre le cambió el nombre al de una mujer para no tener que alistarle en el ejército. Nació en un pueblo de Castellón, y durante la posguerra tuvo que huir y esconderse en cuevas en las montañas para evitar ser capturada. Ella siempre fue conocida como una mujer durante toda su historia, y así se sigue manteniendo debido a su nombre, Teresa Pla Messeguer, nombre que en la provincia de Castellón, en Cuevas de Cañart, y en mi vida, han pasado a ser de gran importancia.

LAURA GÓMEZ 4ºB


































































1 comentario:

  1. El testimonio desde el punto de vista histórico es excepcional. Enhorabuena Laura.

    https://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_Pla_Meseguer

    http://suite101.net/article/la-pastora-el-maquis-hermafordita-a35188#.V1fiQk_Uf1U

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