Feliciano Barrioseta Tricio
15-12-1931
Cenicero (La Rioja)
Siempre he dicho que era del
año de la república y por eso soy así. Mi padre era Feliciano Barrioseta
Miranda que nació a finales del S. XIX, y fue muy conocido por ser el primer
alcalde liberal de su pueblo natal. Cuando yo era muy pequeño y durante la
Guerra Civil, mi padre se encontraba habitualmente muy preocupado porque era de
sobras conocido que era republicano por sus ideas liberales y era también de
conocimiento público su amistad con don Amós Salvador Carreras que fue Ministro
de Gobernación en 1936 en el gobierno de Manuel Azaña.
En mi casa se vivía el
espíritu republicano y además había unas cartas de don Amos que mi madre
guardaba en una viga del alto como peso en oro. Una noche un vecino denunció a
mi padre y fue la guardia civil a buscarlo, pero sin embargo mi madre había
ocultado las cartas debajo del colchón en el que yo dormía como todo niño de 7
años, por lo que la guardia civil decidió no despertarme para registrar allí
donde las hallarían. Cuando la guardia civil se fue mi madre quemo las cartas
en la lumbre según llamaba ella. Tras la visita, la vida ya no fue igual para
mi padre, empezó a desconfiar y a coger temor respecto de sus vecinos.
Mi madre también decía que si
le llega a pillar el estallido de la guerra en Logroño en vez de en Cenicero,
mi padre habría sido fusilado en la pared de la Tabacalera, donde tuvo un
cargo.
Cuando cumplí los 10 años deje
de ir a la escuela municipal por que tenía que ayudar en el regadío para conseguir
el alimento así que solo iba cuando llovía que era cuando se dificultaba el
paso a este. A pesar de todo intentaba leer todo lo que podía para no quedarme
atrás, pero llegó un momento en el que ya no pude ir por falta de tiempo.
En realidad yo no pasé hambre,
pero he de admitir que echaba en falta el pan, pero mi hermana mayor me cedía
su ración. En casa no nos faltaba legumbre, verdura y patatas y se criaban
cerdos para la matanza.
De este modo pasaron año tras
año de la posguerra los cuales se basaban en trabajar mucho y no hacer
comentarios sobre la política para evitar entrar en conflictos. De la guerra,
la posguerra y de mi niñez aprendí que siempre debía defender mi ideas aun que
corría peligro tener un carnet de partido, razón por la cual a mi padre le
había ido tan mal en aquella época.
De la dictadura de Franco
prefiero no hablar sobre nada porque no hay nada bueno que recordar, tan solo
duros jornales con pésima recompensa, terratenientes y abusadores que no se
merecen un sitio en el recuerdo de nadie por todo el daño que han causado.
Cuando Franco murió mi alegría
fue tan grande que decidí apuntarme para ir a la coronación de don Juan Carlos
aun que mis vistas solo fueran de una gran multitud yo me sentía feliz por el
simple hecho de estar ahí.
Recuerdo la primera vez que
voté por la ilusión que provocó en mí poder hacer algo que durante muchos años
no había sido posible. La primera vez que voté fue a Suarez para poder hacer la
transición y que luego no me extrañó que en 1982 ganara el PSOE porque la
situación era penosa.
El día del golpe de estado me asusté
mucho e interiormente creo que si este hubiera triunfado no me habría quedado
aquí. Toda la vida he seguido leyendo con el ansia de aprender, siempre con el
placer de que me encantaba lo que leía puesto que para mí era un mundo. Desde
el principio me gustó mucho la Geografía y la Historia, hecho que inculqué
tanto a mis hijos que me denominaban pesado porque siempre les hablaba de la
lectura que más me satisfacía, los 20 tomos de la enciclopedia. Como no pude
estudiar siempre le he dicho a todo el mundo que no ha de desaprovechar la
oportunidad de hacer lo que a mí me impidieron.
Beatriz Marco 4ºB
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