Soy Carmen López, nacida en el año 35 en Alcañiz
(Teruel).
Viví muchas anécdotas
en la época de la Guerra Civil española que enfrentaba al bando republicano
contra los nacionales y os la voy a contar para que estos hechos no se queden
en la memoria.
A la edad de 2 años,
yo era una niña muy movida e inquieta. Vivía en la zona republicana y siempre
observaba cómo se saludaban los soldados de esa zona, y yo cada vez que veía a
un soldado le hacía el saludo, acto que a ellos les causaban carcajadas. Desde
que empecé a tener sentido, veía a soldados siempre por las calles, por lo que
eso lo veía normal. Realmente no sabía de qué iba la cosa
Nosotros vivíamos en
Belmonte y hubo un aviso de que posiblemente bombardearan el pueblo, por lo que
fuimos un grupo de personas a vivir a una masía. Cuando estábamos en la
masía nos encontró un soldado del bando
nacional. En la masía había muchas mujeres con sus hijas y había también dos
hombres mayores que no fueron a la guerra por su edad. El soldado nos dijo que
nos fuéramos de allí ya que ellos violarían a todas las mujeres. Entonces
dijeron los dos hombres que no nos violarían porque ellos nos defenderían. Por
último el soldado les dijo que primero los matarían a ellos y luego violarían y
les robarían.
Acto seguido pusimos
rumbo hacia un pueblo, Torremelilla. Para ir a ese pueblo tuvimos que pasar por
un valle entre dos montañas o monticulos que estaba en medio del conflicto.
Desde una montaña disparaban los nacionales y desde la otra los republicanos.
Las balas las veníamos pasar y muchas nos llegaron a rozar.
Llegamos al pueblo
sanos y salvos. Yo solía jugar con más niños y niñas en un campo cercano que
había. Un Tiempo después yo encontré una bomba que aún no había sido explotada
y yo, como una niña inocente, me puse a jugar con ella hasta que me vieron y me
la quitaron.
Muchos niños
posteriormente han muerto o se han quedado sin brazos debido a bombas no
explotadas que encontraban.
Yo, cuando vivía en
Belmonte, había aprendido el saludo republicano. El tiempo que estuve en bando
nacional, se lo hacía a los militares del bando nacional, ya que no los
distinguía. Ellos no se lo tomaban mal y no tomaban ninguna represalia contra
mí.
Tiempo más tarde, yo
me fuí en Alcañiz. Una mañana estaba con mi abuela comprando el pan cuando
empezaron a bombardear el pueblo. Una bomba cayó muy cerca, lo que hizo que nos
quedáramos encerradas y entrara mucho humo en la tienda. Horas después nos
encontraron muy sucias por el polvo que entró y casi sin poder respirar.
En ese momento cuando
bombardearon Alcañiz, también vivía ahí quien sería mi futuro esposo Segismundo
Bayod. Él en ese momento tenía 8 años y salía del colegio. Iba con un amigo
cuando cayeron las bombas. Asustados cayeron a una cuneta que había. Ellos no
lo sabían pero donde ellos cayeron había un hombre ya muerto, con el vientre
rajado y con las tripas al aire. Se escondieron ahí y salieron cuando todo
había pasado. Se levantaron mareados y llorando del miedo que habían pasado.
Durante toda la época
de la Guerra Civil, hubo falta de comida. Nos daban unas cartillas de
racionamiento con las cuales podías pedir una ración de comida.
DIEGO
PORTOLÉS 4ºB
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